CONTROVERTIDO ARTÍCULO DE JAVIER MARÍAS. Y TÚ, ¿QUÉ OPINAS?

columnistaredonda_javiermarias-440x330
Javier Marías (imagen EL PAÍS SEMANAL)

 

«Ese idiota de Shakespeare» es el título de la última colaboración de Javier Marías en El País Semanal (22 de enero de 2017). Ha levantado ampollas en el mundo del teatro. A continuación un fragmento y el enlace para que puedas leerlo entero y sacar tus propias conclusiones.

Si hace años que no voy al teatro, es porque no deseo exponerme a sobresaltos. No me refiero ya a esas obras “modernas” en las que se obliga a “participar” al público lanzándole agua o pintura o bengalas, o a “interactuar” con los intérpretes que bajan al patio de butacas para restregarse contra él y vejarlo. Eso me lo tengo prohibido desde que empezó a suceder hace tiempo. Pero tampoco está uno a salvo de riesgos de otra índole si va a la representación de un clásico. El teatro –más que el cine y las series– ha caído rendido a casi todas las tontunas contemporáneas. Se permite lo “simbólico” y lo inverosímil en mucho mayor grado, y ahí caben todas las supuestas genialidades de muchos adaptadores y directores, convertidos en las verdaderas estrellas, usurpadores de los buenos nombres de Lope, Calderón, Molière o Shakespeare. Con este último está uno en constante peligro. Es ya un tópico que sus personajes aparezcan vestidos de nazis o de decimonónicos, o transmutados engangsters, o que la acción de las obras se sitúe en cualquier sitio: Romeo y Julieta en la discoteca, Macbeth en Chicago, Próspero y Miranda abandonados en el espacio intergaláctico. En 2012 Phyllida Lloyd tuvo al parecer éxito con su versión de Julio Césarambientada en una cárcel de mujeres y con reparto femenino al completo, consiguientemente. La verdad, para mí no, gracias. Leer más…

3 comentarios en “CONTROVERTIDO ARTÍCULO DE JAVIER MARÍAS. Y TÚ, ¿QUÉ OPINAS?

  1. Comparto la opinión, algunas obras de teatro de tanto adaptarlas están totalmente desvirtuadas. Una cosa es hacer más comprensible el mensaje para un público contemporáneo y otra es «deconstruirlo» como si de un plato de cocina se tratase.

    Me gusta

Deja un comentario